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Fundamentos
del Software Libre
Los usuarios de
ordenadores están acostumbrados a pensar que un programa sólo es una
herramienta y únicamente piensan en la comodidad de su uso, si es capaz, si
resulta eficiente, pero ignorando los valores sociales y éticos. De este modo
los usuarios buscan un programa, seguramente, sólo guiados por los valores
prácticos, pero haciendo caso omiso de la cuestión clave, la más importante de
todas: ¿Respeta este programa mi libertad? Actuando así no son conscientes de
que exista la cuestión de libertad. Sin embargo, el software libre es el
software que respeta la libertad del usuario. La diferencia entre software
libre y software privativo no es una cuestión
técnica, no tiene nada que ver con la carrera que haga el programa, sino con el
sistema social de su distribución y uso.
Un programa es libre si
el usuario tiene cuatro libertades esenciales:
- La libertad 1 es la libertad de
ejecutar el programa como queráis.
- La libertad 2 es la posibilidad de
estudiar el código fuente del programa y cambiarlo para que el programa
haga lo que queráis.
- La libertad 3 es la libertad de
ayudar a vuestro prójimo, es decir la libertad de distribuir copias
exactas del programa cuando queráis.
- La libertad 4 es la libertad de
contribuir a vuestra comunidad, es decir, la libertad de distribuir copias
de vuestras versiones cambiadas cuando queráis.
Con estas cuatro
libertades los usuarios pueden elegir y tienen el control de su propia
computación. Es esencial, además, para tener el control de vuestra propia
computación. Hay programas privativos que incluso restringen la ejecución de
las copias autorizadas. Obviamente, si esto sucede no se tiene el control de la
computación, por lo tanto, la libertad 1 es esencial. Pero no basta porque el
desarrollador tiene el poder. La única diferencia es que tiene que ejercitar su
poder escribiendo el código en lugar de hacerlo con la licencia del programa.
Por ello se necesita también la libertad 2, la libertad de estudiar el código
fuente del programa y de cambiarlo para que haga lo que uno quiera, así decidís
nosotros y no el desarrollador por nosotros. Si no se tiene esta libertad 2, ni
siquiera se puede averiguar qué hace este programa. Muchos programas privativos
contienen funcionalidades malévolas, dirigidas a espiar al usuario, limitarlo e
incluso atacarlo. En este sentido, las funcionalidades de vigilancia son muy
comunes. Por ejemplo, hay un programa privativo, cuyo nombre quizás conozcáis,
que vigila al usuario: se llama Microsoft Windows, Pero hay algo peor que la
vigilancia: la funcionalidad de no funcionar cuando el programa dice “no quiero
mostrarte este fichero en tu máquina”, “no quiero permitirte copiar una parte
de este fichero” o “no quiero imprimir este fichero por ti” porque no te amo.
Esta funcionalidad se llama DRM, es decir, Gestión Digital de
Restricciones. Es la funcionalidad deliberada de no funcionar; el programa
sirve a otro antes que a ti.
Pero yendo un poco más
allá en el asunto de la educación, hay una razón que se aplica a todos los
alumnos que es la educación moral o la educación para la ciudadanía, es decir,
la enseñanza del espíritu de buena voluntad, de cooperación, de solidaridad
social, el hábito de ayudar a tu prójimo. Para eso cada clase debe tener una
regla: si un alumno trae un programa a clase no debe guardarlo sólo para él,
sino que debe compartirlo con el resto de la clase. Y la escuela debe seguir esta
misma regla, debe dar buen ejemplo, debe únicamente traer software libre a la
clase. Todas las escuelas de todos los niveles deben observar esta regla. Esta
universidad donde ahora nos encontramos debe también tener dicha regla, debe
únicamente enseñar software libre, el único software compatible con la
ciudadanía. El software propietario es un sistema de colonización electrónica,
no ejercido por unos países, sino por unas empresas. Colonizan los ordenadores
de todo el mundo excepto los nuestros, que los rechazamos. Y practican, como
otros sistemas coloniales, la táctica de dividir para dominar. Compran el apoyo
de las élites locales como, por ejemplo, los estados y las instituciones de
influencia como escuelas y universidades. Intentan comprar todas las élites
para éstas colaboren así en la sumisión de los demás y es nuestro deber
rechazar que se nos compre con esta finalidad.
Excelente aporte didáctico sobre el software comercial
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