lunes, 12 de octubre de 2015

EL ÁRBOL DE LAS 5 RAICES

Árbol de las Cinco Raíces



¿Qué es el árbol de las 5 raíces?
Las 5 raíces la constituyen el pensamiento de cinco compatriotas Simón Bolívar, Simón Rodríguez, Ezequiel Zamora, Francisco de Miranda y Antonio José de Sucre. Las 5 líneas de pensamiento convergen y producen una sola resultante, perfectamente compatible con el carácter social venezolano y latinoamericanas.

Este árbol que lo conforman 5 grandes héroes de nuestras historia, viene a unir al pueblos con las raíces históricas, un tanto olvidadas, es allí donde seguramente se encuentran las claves para descifrar el terrible enigma que nos mantiene en un ir y venir por el abismo de la historia, ya a las puertas del siglo XXI.
1ra. Raíz: SIMON RODRIGUEZ (EL MAESTRO)

 “¿Dónde iremos a buscar modelos? La América española es original. Originales han de ser sus instituciones y sus gobiernos. Y originales, los medios de fundar uno y otro. O inventamos o erramos”.
Pedagogo y escritor venezolano, nacido en Caracas en 1771 y fallecido en Amotape, Perú, en 1854. Maestro de Simón Bolívar, sus inquietudes e ideas reformadoras influyeron poderosamente en la formación de El Libertador, según él mismo reconoció.

Simón Rodríguez se llamaba realmente Simón Carreño Rodríguez, pero prescindió del primer apellido a raíz de una desavenencia con su hermano Cayetano, músico de profesión. Por sus actividades conspiradoras, tuvo que emigrar en 1794 y cambió su nombre (Samuel Róbinson). La teatralidad de su existencia contrasta con su sentido estricto de la honestidad y la trascendencia renovadora de sus ideas pedagógicas y sociales.

Tuvo a su cuidado la educación del niño Simón Bolívar hasta los catorce años, y en 1804, cuando el maestro se encontraba en Viena, se le presentó el discípulo, que lo acompañó por Europa. Se dice que desde el Monte Sacro, en Roma, Simón Rodríguez hizo jurar a su discípulo que dedicaría su vida a luchar por la independencia de su patria. Sea ello cierto o no, forma parte de la teatralidad ritual que tanto influyó en el alma de Bolívar.

Después del triunfo de El Libertador, Simón Rodríguez fue director e inspector general de Instrucción Pública y Beneficencia, y organizó escuelas, pero su inquietud y su carácter no lo dejaron nunca asentar, mal que se agravó tras la muerte de Bolívar, cuando el maestro fue rodando hasta su avanzada ancianidad por Chile, Ecuador, Colombia y Perú, donde murió.

Pedagogo influido por Rousseau y Saint-Simon, Simón Rodríguez fue un reformador intuitivo. Dejó un legado de trabajos sueltos, de menor importancia que su personalidad, entre los que merecen citarse El Libertador del Mediodía de América y sus compañeros de armas, defendidos por un amigo de la causa social; El suelo y sus habitantes; Extracto sucinto sobre la educación republicana; Consejos de amigo dados al Colegio de Latacunga y Crítica de las providencias del gobierno.

2da. Raíz. SIMÓN BOLÍVAR (EL LIDER)

“Seremos por siempre libres, iguales e independientes…”

Caudillo de la independencia hispanoamericana (Caracas, Venezuela, 1783 - Santa Marta, Colombia, 1830). Nacido en una familia de origen vasco de la hidalguía criolla venezolana, Simón Bolívar se formó leyendo a los pensadores de la Ilustración (Locke, Rousseau, Voltaire, Montesquieu…) y viajando por Europa. En París tomó contacto con las ideas de la Revolución y conoció personalmente a Napoleón y Humboldt. Afiliado a la masonería e imbuido de las ideas liberales, ya en 1805 se juró en Roma que no descansaría hasta liberar a su país de la dominación española. Y, aunque carecía de formación militar, Simón Bolívar llegó a convertirse en el principal dirigente de la guerra por la independencia de las colonias hispanoamericanas; además, suministró al movimiento una base ideológica mediante sus propios escritos y discursos.

Simón Bolívar En 1810 se unió a la revolución independentista que estalló en Venezuela dirigida por Miranda (aprovechando que la metrópoli se hallaba ocupada por el ejército francés). El fracaso de aquella intentona obligó a Bolívar a huir del país en 1812; tomó entonces las riendas del movimiento, lanzando desde Cartagena de Indias un manifiesto que incitaba de nuevo a la rebelión, corrigiendo los errores cometidos en el pasado (1812).

En 1813 lanzó una segunda revolución, que entró triunfante en Caracas (de ese momento data la concesión por el Ayuntamiento del título de Libertador). Aún hubo una nueva reacción realista, bajo la dirección de Morillo y Bobes, que reconquistaron el país para la Corona española, expulsando a Bolívar a Jamaica (1814-15); pero éste realizó una tercera revolución entre 1816 y 1819, que le daría el control del país.

Bolívar soñaba con formar una gran confederación que uniera a todas las antiguas colonias españolas de América, inspirada en el modelo de Estados Unidos. Por ello, no satisfecho con la liberación de Venezuela, cruzó los Andes y venció a las tropas realistas españolas en la batalla de Boyacá (1819), que dio la independencia al Virreinato de Nueva Granada (la actual Colombia). Reunió entonces un Congreso en Angostura (1819), que elaboró una Constitución para la nueva República de Colombia, que englobaba lo que hoy son Colombia, Venezuela, Ecuador y Panamá; el mismo Simón Bolívar fue elegido presidente de esta «Gran Colombia». Luego liberó la Audiencia Quito (actual Ecuador) en unión de Sucre, tras imponerse en la batalla de Pichincha (1822).

En aquel mismo año Simón Bolívar se reunió en Guayaquil con el otro gran caudillo del movimiento independentista, San Martín, que había liberado Argentina y Chile, para ver la forma de cooperar en la liberación del Perú; ambos dirigentes chocaron en sus ambiciones y en sus apreciaciones políticas (pues San Martín se inclinaba por crear regímenes monárquicos encabezados por príncipes europeos), desistiendo San Martín de entablar una lucha por el poder y dejando el campo libre a Bolívar (poco después se marcharía a Europa).

Bolívar pudo entonces ponerse al frente de la insurrección del Perú, último bastión del continente en el que resistían los españoles, aprovechando las disensiones internas de los rebeldes del país (1823). En 1824 obtuvo la más decisiva de sus victorias en la batalla de Ayacucho, que determinó el fin de la presencia española en Perú y en toda Sudamérica. Los últimos focos realistas del Alto Perú fueron liquidados en 1825, creándose allí la República de Bolívar (actual Bolivia). Bolívar, presidente ya de Colombia (1819-30), lo fue también de Perú (1824-26) y de Bolivia (1825-26), implantando en estas dos últimas Repúblicas un modelo constitucional llamado «monocrático», con un presidente vitalicio y hereditario.
Sin embargo, los éxitos militares de Bolívar no fueron acompañados por logros políticos comparables. Su tendencia a ejercer el poder de forma dictatorial despertó muchas reticencias; y el proyecto de una gran Hispanoamérica unida chocó con los sentimientos particularistas de los antiguos virreinatos, audiencias y capitanías generales del imperio español, cuyas oligarquías locales acabaron buscando la independencia política por separado

PENSAMIENTOS FILOSOFICOS

Simón Bolívar se formó leyendo a los pensadores de la Ilustración a Locke, Rousseau, Voltaire, Montesquieu. Todos estos pensadores hablan sobre a ley naturales, la igualdad de condición, los derechos humanos, entre otras...

El pensador Locke habla de la ley natural que se refería a ella como un decreto divino que ayuda a tener una armonía global a través disposición mental como la reverencia, temor a Dios, afecto filiar natural, amor al prójimo y acciones prohibidas como robar, matar y violaciones de libertad ajena.

Rousseau este pensador nos habla sobre el Hombre “natural” es decir primitivo que vivía aislado y que no vivía en guerra con nadie “Buen Salvaje” y de que esta condición natural ya no exista y que probablemente nuca vaya a existir pero que nos sirve para reflexionar.

También Dice que la Sociedad es un engaño por que los hombre supuestamente defienden a los más pobre y débiles pero no en realidad defienden a los más rico y fuertes; las diferencias son entre Ricos- Pobres; Poderosos-Débiles; Amos-Esclavos.

El pensamiento de Voltaire Este defendía la libertad de pensamiento, la tolerancia y la justicia por eso se convirtió en un símbolo del enciclopedismo y las modernas ideas ilustradas.
Está en contra de la tesis “Buen Salvaje” de Rousseau porque Voltaire no cree en ninguna bondad e inocencia natural del hombre y que no es la Sociedad ni el estado que hace que el hombre pierda su inocencia sino que el hombre genera sus propias condiciones de su miseria.
Montesquieu político, pensador filosófico y literato una de sus obras fue “El espíritu de las Leyes” en esta reúne las diferentes disciplinas económicas, derecho, arte, política. Lo más importante del “Espíritu de las leyes” es la frase que imagino: “leyes son las relaciones que se derivan de la naturaleza de las cosas”.

Este fue uno de los autores preso sociológicos más importantes, alcanzo a ver la diferencia entre las leyes del mundo físico y el mundo social afirmando que la vida social se basa en el mundo físico por un lado y el mundo natural por el otro. También afirma su teoría política del poder del estado y de la forma de gobierno, se inclina hacia la monarquía parlamentaria.

En conclusión Este pensadores defendían las leyes y decían que en el mundo no había igualdad de condiciones siempre iba haber una diferencia ya sea en Dinero, raza, cultura, creencia entre otras y que el hombre siempre va a estar en una constante ruina y miseria, el mismo está provocando esto ya que la inteligencia humana puede provocar muchos males.

3ra. Raíz: EZEQUIEL ZAMORA (EL GENERAL DEL PUEBLO)

“Tierras y hombres libres”

“Elección popular”

“Horror a la oligarquía”

Militar y político venezolano (Cua, Miranda, 1817 – San Carlos, Cojedes, 1860). Hijo de Alejandro Zamora y de Paula Correa, Ezequiel Zamora recibió una escasa educación.
Durante su juventud, su cuñado, el alsaciano Juan Cáspers, lo instruyó sobre la situación social y los movimientos políticos europeos; otro tanto hizo el abogado José María García, quien le dio nociones de filosofía, historia universal y derecho romano.

Ezequiel Zamora se estableció en Villa de Cura, Estado Aragua, donde abrió una tienda de víveres, y pronto amplió el negocio con el comercio ganadero y agrícola, en las poblaciones vecinas de los Estados Guárico y Apure. La lucha por el poder dividió al grupo político dirigente del país, entre el oficialismo, agrupado en torno al general José Antonio Páez, y el liberalismo de Antonio Leocadio Guzmán, que fundó en 1840 el Partido Liberal y su vocero El Venezolano, a través del cual difundía las ideas liberales.

Zamora se convirtió en dirigente regional del naciente partido, y en lector y difusor de la prensa de oposición. La crisis imperante se agudizó a partir de 1843, por lo que los alzamientos espontáneos de los campesinos llevarían a Zamora a asumir su liderazgo.

En 1846 encabezó un levantamiento en la localidad de Gumba, bajo las consignas de «tierra y hombres libres», respeto al campesino, eliminación de los godos y justa distribución de la riqueza, siendo conocido como «General del Pueblo Soberano». Al mando de un ejército campesino libró varios combates victoriosos; capturado, fue condenado a muerte pero se salvó al fugarse de la cárcel.

El presidente José Tadeo Monagas le conmutó la pena, enviándolo al ejército que combatía a los grupos paecistas alzados en armas; Zamora demostró su valor y talento en las batallas de San Carlos, Cabimas, Quisiro y Barinas. Se unió a la Guerra Federal iniciada en Coro en 1859 y dirigida por el general Juan Crisóstomo Falcón. Su ascendencia militar sobre las tropas le permitió desarrollar una campaña exitosa contra las fuerzas centralistas. Obtuvo diversas victorias, y en San Felipe reorganizó la provincia como una entidad federal con el nombre de Estado Yaracuy; continuó hasta Barinas, donde en 1859 recibió el título de Valiente Ciudadano.

Triunfante en la decisiva batalla de Santa Inés, Zamora se dirigió en 1859 hacia el centro del país; en el asalto de la ciudad de San Carlos recibió un balazo en la cabeza que le causó la muerte.

PENSAMIENTOS DE EZEQUIEL ZAMORA:

“Tierra y hombres libres”

“Oligarcas temblad, ¡Viva la Libertad!”

“Témanse las pasiones humanas, mas este temor no nos lleve a querer sofocarlas o a no dirigirlas al bien de la patria ni servirse de ellas en pro de la nación”.

“Si emprendemos la retirada por esa montaña, pereceremos todos miserablemente.
 Si damos aquí una batalla, moriremos tal vez, pero con gloria”

“Creí que un gobierno que infringe las leyes autoriza a los ciudadanos para levantarse en masa contra él: creí que las había infringido el gobierno de Venezuela: Creí en fin que era realidad cuanto decían los papeles que hoy han causado mi perdición”


4ta. Raíz: FRANCISCO DE MIRANDA (EL INTEGRACIONISTA)


"El verdadero carácter de un patriota consiste en ser obediente a las leyes de su país y miembro útil de la sociedad a la que pertenece"

Precursor del movimiento de emancipación de Hispanoamérica (Caracas, 1750 - San Fernando, Cádiz, 1816). Era hijo de un comerciante canario que había hecho fortuna en Venezuela. Francisco estudió en la Universidad de Caracas y se alistó en el ejército español en 1771. Combatió en el norte de África, en las Antillas y en la intervención contra Gran Bretaña durante la Guerra de Independencia de los Estados Unidos (1780-81).

Luego se instaló como comerciante en Cuba. Pero fue procesado por contrabando y lectura de libros prohibidos en 1783; porque, efectivamente, Miranda era seguidor de los enciclopedistas y los filósofos ilustrados, cuyo ideario político liberal había adoptado.

Antes de ser desterrado al norte de África, consiguió huir y se lanzó, por lo que le quedaba de vida, a luchar contra la dominación colonial española en su país. Recorrió Europa y Estados Unidos defendiendo la causa de la independencia hispanoamericana, a imagen de lo que habían hecho las antiguas colonias británicas del continente. Su pertenencia a la masonería le facilitó el contacto con las personalidades más relevantes del mundo, a través de las logias europeas y americanas.

Durante su estancia en Francia, se adhirió a la Revolución, que le nombró general, y prestó sus servicios para la conquista francesa de los Países Bajos (1792-93); pero perdió el empleo por un conflicto con Dumoriez. Fue perseguido por el Comité de Salvación Pública durante el Terror (1793), pero se salvó de la guillotina por la caída de Robespierre. Luego presidió una junta de representantes de las colonias españolas de América (fundada en París en 1797), que respaldó su campaña en busca de apoyos internacionales.

En 1806 regresó a Venezuela, habiendo conseguido promesas de ayuda por parte de la zarina Catalina II de Rusia, el presidente americano Jefferson y, sobre todo, el Joven Pitt, primer ministro de Gran Bretaña, de cuyos intereses geoestratégicos se convirtió en agente.
Miranda pretendía formar un único Estado hispanoamericano independiente desde el Mississippi hasta la Tierra del Fuego, para el cual había proyectado una constitución, ideado un nombre -Colombia- e incluso diseñado una bandera (la actual de Colombia, Venezuela y Ecuador). Pero su primer intento de desembarcar en Ocumare fue rechazado por el capitán general de Venezuela; y un segundo desembarco en Coro no despertó la adhesión que esperaba por parte de los criollos, por lo que regresó a Europa en busca de refuerzos (1807).

La invasión de España por las tropas de Napoleón en 1808 creó en las colonias americanas una situación de desconcierto y vacío de poder, que los independentistas aprovecharon para lanzar su revolución con más garantías de éxito: Miranda fundó el periódico El Colombiano, desde el cual coordinó los movimientos revolucionarios que estallaron simultáneamente y con características semejantes en toda Hispanoamérica en 1810; en aquel año regresó a Venezuela, a instancias de Bolívar y de la junta revolucionaria formada en Caracas.

Un Congreso proclamó la independencia de Venezuela al año siguiente, adoptando una Constitución inspirada en la de los Estados Unidos. Miranda fue puesto al frente del ejército rebelde y se proclamó dictador para detener el contraataque español (1812). Pero fue derrotado y capituló sin consultar a sus propios compañeros en aquel mismo año; desacreditado por sus errores políticos y militares, y enfrentado tanto a los republicanos radicales como a los terratenientes conservadores, fue arrestado por Bolívar y entregado a los realistas, que le enviaron preso a España, donde murió.

5ta. Raíz: ANTONIO JOSÉ DE SUCRE (EL INTERNACIONALISTA)
 

“Ningún mensaje más agradable para un americano, que aquel cuyo objeto sea estrechar las relaciones de pueblos hermanos que, iguales en las desgracias y en la esclavitud, son llamados por Naturaleza a identificar su causa, su independencia y su gloria”

(Cumaná, actual Venezuela, 1795 - Sierra de Berruecos, Colombia, 1830) Militar y político venezolano. Miembro de una familia patricia venezolana de larga tradición militar al servicio de la Corona española, su padre, el teniente coronel Vicente Sucre y Urbaneja, se adhirió a pesar de ello a la causa emancipadora desde sus inicios.

Educado por su tío José Manuel, a los quince años se alistó en el ejército patriota como alférez de ingenieros y participó en la campaña de Miranda (1812) contra los realistas, durante la cual ascendió a teniente. Tras el fracaso de este primer intento emancipador, se refugió en la isla de Trinidad, donde entabló contacto con Mariño, a quien siguió en 1813 en la expedición de reconquista de Venezuela, en la que tomó Cumaná e intervino en la organización del ejército de Oriente.

Su arrojo y sus dotes para la guerra determinaron su ascenso a teniente coronel, y como tal tomó parte en la ofensiva sobre Caracas. Sin embargo, vencido su ejército en Aragua y Urica, debió huir para no ser apresado por los realistas. Integrado de nuevo en la lucha, en la segunda mitad de 1815 participó activamente en la defensa de Cartagena de Indias, desde donde pasó a combatir en la Guayana y el bajo Orinoco.

Con el grado de general de brigada, marchó en 1818 a Angostura, donde Simón Bolívar había instalado su cuartel general y organizaba la República. Allí se convirtió en uno de sus mejores lugartenientes y se ganó la amistad y el respeto del Libertador, quien destacó siempre sus dotes militares y su elevado sentido de la moralidad.

Enviado a las Antillas con la misión de obtener armas para el ejército, ingresó a su regreso en el estado mayor de Mariño, quien combatía en el Oriente venezolano; más tarde pasó al estado mayor de Bolívar y fue designado integrante de la comisión que firmó el armisticio y la regulación de la guerra de Santa Ana de Trujillo (1820) con el general realista Pablo Morillo, por el que se pretendía evitar al máximo los efectos de la guerra sobre la población civil.

Al año siguiente, marchó al frente de un ejército en apoyo de la sublevación de Guayaquil, puerto al cual también arribaron tropas del general San Martín. Comenzó entonces la campaña de liberación de Ecuador, que tuvo su culminación en Pichincha, batalla librada en 1822.

Con esta victoria de Sucre se consolidó la independencia de la Gran Colombia, se consumó la de Ecuador y quedó el camino expedito para la liberación de Perú, tras la renuncia de San Martín. Sucre entró en Lima en 1823, precediendo a Bolívar, quien tomó todos los poderes en el país. Participó con él en la batalla de Junín y, el 9 de diciembre de 1824, venció al virrey La Serna en Ayacucho, acción que significó el fin del dominio español en el continente sudamericano.

El Parlamento peruano lo nombró gran mariscal y general en jefe de los ejércitos. Al frente de éstos marchó al Alto Perú, donde proclamó la República de Bolivia en homenaje al Libertador, a quien encargó la redacción de su Constitución. La Asamblea local lo nombró presidente vitalicio, pero dimitió en 1828 a raíz de los motines y la presión de los peruanos opuestos a la independencia boliviana.

Se retiró entonces a Ecuador acompañado de su hija y de su esposa, la marquesa de Solanda. Poco después, acudió en ayuda de Colombia, invadida por el peruano José de la Mar, a quien derrotó en Portete de Tarqui. Tras la firma del tratado de Piura, marchó a Bogotá como delegado de Ecuador ante el Congreso allí reunido, en un momento en que la Gran Colombia se encontraba ya en proceso de desintegración. Formó parte de la comisión encargada de negociar con el general Páez, alzado en armas por la independencia de Venezuela. Poco después, también Ecuador la declaró, y hacia allí se dirigía para evitarla, cuando en la sierra de Berruecos cayó víctima de una emboscada, al parecer ordenada por José María Obando, jefe militar de la provincia de Pasto.

Descripción: http://files.bolivar-hombre-de-grandes-ideas.webnode.es/200000036-05aea06a83/arbol%20de%20las%205%20raices.JPG

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